Finalizados con éxito los trabajos para el emisario submarino de la EDAR de Lamiaren-Aramburu

Los trabajos del emisario submarino de la EDAR de Lamiaren-Aramburu finalizaron el pasado mes de julio de 2015 con la instalación de una tubería de 919m de longitud que permitirá verter las aguas depuradas a 20 metros de profundidad dentro del mar. Los trabajos se iniciaron con 5 meses de anterioridad en la localidad de Bermeo con una detallada investigación geofísica compuesta por dos perfiles de tomografía eléctrica, un estudio batimétrico y topográfico, estudio de georadar y varios sondeos geotécnicos que confirmaban la existencia de un subsuelo poco uniforme. Concretamente, la principal amenaza de la perforación recaía en la intrusión de un estrato volcánico inestable de ofitas muy alteradas, que incidía directamente en el trazado de la perforación y que junto con la complicada orografía y emplazamiento de los equipos suponían los principales desafíos técnicos de la obra.
Analizado el contexto y las alternativas, se decidió emplazar los equipos de perforación en la curva de acceso al puerto comercial de Bermeo, que a pesar de tratarse un emplazamiento muy reducido que dificultaba las condiciones de trabajo, suponía la mejor de las opciones. A pesar de ello, se necesitó de la instalación de un casing técnico justo en el inicio de la perforación para salvar los estratos de terrenos previos a la roca, así como el canal por donde discurría todo el agua que vertía la depuradora.
Una vez instalado el casing que dejaba limpia la zona inestable y permitía contactar directamente con la roca, se procedió a realizar la perforación piloto. Los resultados de la geología sostenían que todo el trabajo iba a ser realizado en roca, por lo que se utilizó el motor de lodos para perforar. Solamente en la intrusión volcánica se vio mermado su rendimiento, que junto con la pérdida de retorno de lodos añadida en ese tramo, obligó a ensanchar el diámetro de perforación hasta ese punto. La salida de la perforación, previamente estudiada, se realizó en una zona limpia de bloques para evitar los trabajos de dragado en el fondo marino.
Una vez finalizada la perforación piloto se prosiguió a realizar el resto de los ensanches en push-reaming hasta obtener un diámetro de Ø42” (Ø1.066,8mm), necesario para la colocación de la tubería de Ø710mm dentro de la perforación. Durante estos trabajos de escariado, destacó el escaso abastecimiento de agua, que obligó a trabajar con agua marina y, en consecuencia, cambiar los fluidos de perforación.
Finalmente, las condiciones meteorológicas fueron los últimos escollos a superar, ya que debido al temporal acontecido se tuvo que aplazar toda la operativa marina preparada para fondear la tubería al mar, manteniendo a todos los equipos a la espera de condiciones climáticas favorables para proceder a las maniobras de botadura, transporte, fondeo y colocación de la tubería dentro de la perforación.